28 de septiembre de 2014

Arnarstapi

Arnarstapi es una pequeña aldea de pescadores, situada al sur de la península de Snaefellsnes en el oeste de Islandia, su pequeño puerto da cobertura a los pescadores de la zona y a barcos de recreo. Sus bellos acantilados basálticos son refugio de bulliciosas aves marinas que hacen las delicias de los fotógrafos y ornitólogos. 







Charrán ártico, el "gran viajero" esta pequeña ave de frágil aspecto, viaja mas de 70.000 Km. en su viaje de migración anual de polo a polo. Cada año, estas aves marinas viajan alrededor de 71.000 kilómetros desde Groenlandia hasta el Mar de Weddell, en las orillas de la Antártida, y vuelven a sus terrenos de apareamiento en Groenlandia e Islandia.  Los charranes árticos viven hasta los 34 años de edad y hacen el viaje anual entre el Ártico y la Antártida a lo largo de toda su vida adulta. Cuando se añade, la distancia total que vuelen a lo largo de su vida equivale a tres viajes ida y vuelta a la Luna. Este es un asombroso logro para un ave que pesa sólo algo más de 100 gramos. 







Un grupo de Araos se aparta al paso de nuestra embarcación.







Frailecillo, quizás el ave mas popular de estas latitudes y por su aspecto la mas simpática, no obstante es objeto de caza y consumo por la población local. Aquí son popularmente conocidos como Puffins. 

21 de septiembre de 2014

Ólafsvík

Ólafsvík se encuentra en el extremo occidental de la peninsula de Saefellsnes, en el fiordo Breiòafjördur, Islandia. En sus inmediaciones se encuentra el volcán Ólafsvikurenni, de 415 msnm. Al suroeste de Ólafsvik esta el estratosférico volcán Snaefellsjökull. El volcán se encuentra dentro del parque nacional Snaefellsjökull. En la novela de Julio Verne "Viaje al centro de la Tierra" este lugar es la entrada al centro de la Tierra.
Hoy recalamos en este pueblecito costero y el atardecer parece que promete, un pequeño grupo de nubes degajadas aparecen al ocaso, además esta bajando la marea, así pues no lo pensamos mas y mi tocayo Juanjo Altabert y un servidor nos escapamos después de cenar a la busqueda constante de la luz...


Fotografiar atardeceres en estas latitudes es una gozada, ya que en esta época ( Julio ), no existe la noche cerrada y los atardeceres son como esas famosas pilas que duran y duran, ello te permite cambiar el emplazamiento del encuadre con cierta tranquilidad y pausa...



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