Basa de la Mora
Cuenta la leyenda, que en la noche de San Juan emerge sobre las aguas del hoy llamado Ibón de Plan, la figura de una mora que comienza a bailar al mismo tiempo que se mueven serpientes enroscadas por su cuerpo adornado con brillantes y joyas. Se dice que la joven es el espíritu de una mujer musulmana que se perdió en estas montañas huyendo de las violentas luchas entre moros y cristianos, y su espectro quedó preso en este ibón, aunque no todo el mundo lo puede ver. Sólo las personas de buen corazón disfrutan con esta visión, si te lavas la cara con sus aguas a la salida del sol, comienza a formarse un remolino, emergiendo lentamente en el centro del lago, una forma brillante que se transforma en una hermosa mujer, cuya creencia da nombre a este ibón, ya que es conocido en la zona como Basa de la Mora.
Los últimos rayos del sol se despiden acariciando las cumbres que rodean este mágico enclave, mientras, la luna, fiel a su cita y como preludio de la noche aparece tras la montaña Picollosa.
Por más que visitemos y fotografiemos este lugar, creo que nunca perderá su enigmático encanto, al menos para mi así es, no volvía desde la "era analógica", y aunque yo fui de esos recalcitrantes que se resistían, ya han pasado algunos años y sigo enamorado de el.
Me lavé la cara en sus aguas, pero debo de ser muy malote...
Aconsejo "clicar" sobre la imagen para verla a su tamaño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario